Hasta llegar a la meta final: La Libertad de Cuba!



viernes, 27 de mayo de 2011

La rima de los ñángaras

A los comunistas tal parece que siempre les gustaron las rimas. Karl Marx primero y Lenin después debieron ser poetas frustrados. No se me ocurre otra explicación para interpretar esa predilección que sienten por las frases y consignas rítmicas.
Las mas altas expresiones vienen de principios de los 60: "Con OEA ó sin OEA, ganaremos la pelea" y el clásico "Fidel seguro a los yankees dale duro" y de ahí para allá todo tipo de métricas, símiles y pseudometáforas. Claro que Liborio siempre ripostó a tiempo, recordemos la zafra de 1970: " Los diez millones van....con Chícharo y con Pan" (que era lo único disponible para llenar la barriga en la época).
Ping Pong fuera: Abajo la gusanera! Fue coreado por decenas de miles que hoy son gusanos y viven "fuera..." Y se pueden recordar tantas sandeces, todas con mensajes oficialistas y malintencionados que nos devolverian pesadillas a la hora de descansar esta noche.
Y como Mono ve Mono hace, el goriláceo de Venezuela retomó la receta cubana y hasta la desarrolló, yendo con rimas cantadas y recitadas en sus atorrantes discursos, sin olvidar las frases de mal gusto que sustituyen a las vallas comerciales de otrora.
Evo y Correa no se quedaron atrás, consignas antimperialistas y arengas consonantes han poblado sus discursos demagogos. Y ahora, allá en el Perú, el nuevo bardo del socialismo militante, el más reciente aspirante a dictador, Humala, lanza a miles a las calles de Lima coreando versos picúos contra su rival política "Con esperanza y dignidad, Fujimori nunca más", y fogonéandola con huevos ( así pasó una vez en Cuba, después, los huevos se acabaron)
A los ñángaras, no hay dudas, les gusta la poesía rimada , y mientras más Mickey Mouse mejor. Todos son poetas, cantantes, repentistas, chistosos o pujones, pero sobre todo: asesinos.

viernes, 20 de mayo de 2011

Sí hubo República

La mas grande acometida de la revolución tras agarrar el poder, fue contra la República que había nacido en 1902, y que tal infante que aprende primero a gatear antes de caminar o correr se dio sus muchos tropezones hasta que aprendió a crecer y valerse por si misma.

Los libros de Historia fueron cambiados y las interpretaciones académicas tergiversadas, haciendo énfasis en los defectos e hiperbolizando las malas decisiones de los dirigentes de la Nación. Desde Estrada Palma  y la Enmienda Platt con los Tratados carboneros todos y cada uno de los líderes cubanos resultaron unos ineptos, como también la prensa y las instituciones sociales.
Tal vez por eso la mayoria de los cubanos que nacieron despues de 1959 niegan la "Cuba de ayer", como fue tildada: una plaga de corrupcion e ineptitud, dependencia norteamericana y carencia de genuinidad nacional

Desconocen que  Cuba como República se estableció desde los tiempos de Céspedes en la manigua, y hasta tuvo recnocimiento internacional tan atrás como en 1869. Y el día que en La Habana se izó la bandera única que nos representa, la cubanía estaba tan desbordada que para los cronistas de entonces pareció que estaban en un pais de siempre, plagado de líderes, nacionalidad y costumbres propias.

Amén de los errores con los años fueron surgiendo logros, y en 1940 la Constitucion de la Republica de Cuba, soberana e independiente, causó la envidia de las grandes potencias por sus avances sociales en cuestiones tales como la igualdad de raza  y género, el derecho del ciudadano a la asistencia médica y a la educacion, el cumplimiento la jornada laboral de ocho horas con vacaciones retribuidas, la garantía a la  autonomia universitaria y otros logros que dejaron boquiabiertos a muchos de los más avezados de la época. A la par andaban los resultados económicos, quien lo dude que consulte cualesquiera de los Almanaques Mundiales de los años cincuenta y nos compare con el resto de América.

Asi andaba Cuba de República, con  garantías democráticas y elecciones cada cuatro años hasta que en 1952 Batista apuñaló a la Constitución y propició un escenario para que aparecieran los actores más trágicos de nuestra historia, los depredadores que aun hoy siguen destruyendo lo que se creó en el pasado.

De modo que Sí existió en nuestro país lo que no quisieran que haya existido. Sí hubo triunfos y voz propia y Soberanía. Sí vivieron grandes hombres, dignos y capaces de construir las bases de un gran nación.
Como despectaba un popular programa de la television castrista: -Qué República era aquella? Yo digo: -No jodas, y Qué es esta?

miércoles, 4 de mayo de 2011

Una década de renovación

Hace diez años el mundo árabe era diferente. Tras el alevoso ataque al World Trade Center en New York con casi tres mil víctimas inocentes, la euforia extremista inundó el subcontinente y se planteó un enfrentamiento literal de civilizaciones: la modernidad de occidente versus el medioevo fanatista que tambaleó el inicio del nuevo milenio romano.

La invasión norteamericana a Iraq derrocó a un régimen que era protagonista y guía de modernos kamikazes y elementos hacedores del terror. La dura y larga batalla en las calles milenarias de las ciudades mesopotámicas poco a poco fue transformando el panorama, y desde el propio corazón árabe se irradiaron sentimientos de esperanza para una juventud que se preguntaba por qué regresar a pasados oscuros y renunciar a una vida plena y contemporánea.

La revolución que hoy estremece las raíces del Este medio, los aires de libertad que se respiran y que ya han dado sus primeros frutos, están inspirados en los cambios que se vivieron en Iraq, un ejemplo para los jóvenes que descubrieron una realidad  más allá de la violencia y la intolerancia.

A veces la historia nos da o nó la razón. Esta vez, quienes se opusieron entonces a la guerra, deberían quitarse el sombrero. Es innegable que la derrota de Hussein marcó el inicio de una nueva era. Aquellos que dudaron de la certeza de la invasión cada día que pase descubrirán nuevos detalles que la justifican. Honor a quien honor merece. Y la nueva generación árabe lo agradecerá eternamente.

Fariñas, puso en jaque al régimen con su firmeza

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