Al Paso del carretón

El famoso tabaco cubano tampoco se salva del desorden y la mediocridad. Las tierras dedicadas al cultivo fueron reducidas por limitaciones económicas y como el azúcar hace veinte años, y la yuca y la malanga hace cincuenta, la producción de puros desciende en una desbocada carrera al abismo.
La culpa de todo nadie sabe a ciencia cierta de quién es, con nombre y apellidos. Rodarán las cabezas de algún ministro y sus secuaces. Pero todos conocen al culpable mayor: el sistema inepto surtidor de una tras otra miseria.
Que los campesinos no quieran trabajar las tierras porque no poseen insectivos y prefieran irse a las ciudades, que los campos estén cundidos de marabúes, sin fertilizantes, ni sirvan las semillas, ni los regadíos, ni los tractores, ni siquiera los bueyes.
El totí de este cuento sí es el culpable. Un gobierno que gasta todas sus energías y resursos en reprimir a su pueblo para perpetuarse en el poder, pisotendo principios y deberes.
Luego que desaparezcan los Habanos bastará con culpar al bloqueo de los americanos. Y los tabacaleros que comiencen a inventar para ver cómo producimos las hojas a partir de los desechos que quedan tras el paso de un carretón de mulos.

Tanta culpa tiene

Mientras el hijo del comandante Almeida anda en huelga de hambre porque no le permiten salir de Cuba y el enviado del Papa se reúne con aquellos a quienes el gobierno autoriza, casi quinientos opositores enviaron una nueva carta al Congreso de los Estados Unidos oponiéndose a que abran los viajes y quiten el embargo.
Calentica la semana. Este hijito del único negro con alto rango que tuvo la revolución histórica está dando muchos dolores de cabeza, no se parece en nada a su papá, y nadie sabe qué hacer con él.
El canciller del Vaticano está muy feliz porque ya "se ven los frutos" de las conversaciones con el dictador ateo. Nadie le ha descrito cómo es la celda 1232, donde vive condenado por un cuarto de siglo el doctor Biscet en el fatal Combinado del este, y las otras tantas repletas de opositores en las multiplicadas barracas tras alambradas que han sembrado a la Isla de terror.
Uno de esos "frutos" es Ariel Sigler, el primero en firmar la nueva carta que se opone a la anterior enérgicamente exigiendo que no quiten el bloqueo, porque esos crueles gobernantes no merecen concesiones. Y a su firma se une la de otro de los grandes valientes: Pérez Antúnez, para validar y enaltecer su contenido.
El canciller Mamberti, bendecido por el Santo Padre, quedó muy bien en la foto con los camaradas en la Plaza, y al fondo la imágen de uno de los grandes asesinos de la historia. Tanta culpa tiene quien mata la vaca, como quien la aguanta la pata.

Todos nos podemos equivocar

El documento que firmaron más de setenta disidentes cubanos pidiendo al Congreso americano que suavice el embargo y facilite los viajes de americanos a la Isla no está muy claro en su planteamiento. Lo del embargo o bloqueo está más que trillado y nadie se cree el cuento de que los males y carencias en Cuba se deban al limitado comercio con los Estados Unidos. Y de viajes y paseos se cuentan por millones, y todos juntos no han legado mas que fotos y recuerdos, pero nada a favor de lo que aspira y pretende el humillado pueblo. El respeto para estas personas que firman el documento, ellos poseen el valor probado para enfrentar desde adentro a los traidores que los oprimen. Todos nos podemos equivocar. Lo importante es seguir luchando.

Otro relator que se va sin relato que contar.

En febrero del año pasado el gobierno de la Isla aceptó recibir a un relator de la ONU para evaluar la situación de la tortura en las numerosas cárceles más pequeñas de la Cárcel Grande. Pasó el tiempo y llovió y después llegó la sequía y fueron posponiendo la fecha, hasta que acordaron que antes de octubre 30 del corriente. A Manfred Nowak, que es el relator, se le acaban los días en su cargo... Y se va a quedar con las ganas. Ya oficialmente le informaron que no podrá visitar las prisiones ni comentar lo que sucede en ellas. Sin más ni más: Señor Nowak, lo sentimos, pero no podremos recibirle. No así, tan fácil, podrá ver con sus ojos de relator lo que sucede en las tantas mazmorras donde son golpeados y abusados todos los días miles de hombres y mujeres, que cumplen condenas por delitos tan inciertos como peligrosidad o desacato, los dos términos que ellos prefieren para justificar sus acciones. El ingenuo Nowak quería entrevistar además a los familiares de las víctimas. Manfred, eso lo podrás hacer en cualquier parte del mundo, menos allí. Esa es otra parte, otro mundo de este tiempo, donde la tortura que pretendes denunciar es el pan de cada día.

Aquello sí pero eso no.

Las Damas de Blanco están enojadas porque las promesas que el régimen hizo a la Iglesia se han cumplido a la mínima expresión: trasladaron a muy pocos presos a sus provincias pero a cárceles iguales o peores, y nada de hospitales para los enfermos y mucho menos libertad para ninguno de ellos. Promesas de gente sin decoro, no son creibles. Y ese gobierno y sus dirigentes carecen de esa virtud. Por eso Fariñas sigue empecinado en morirse antes que negociar, y ha regresado a un coma bacteriano que puede acabar con su vida. Mientras, Silvio sigue cantando en Nueva York y comiendo en restaurantes élites. Los aires de la Big Apple lo han vuelto poco cauteloso, y dijo que quería mucho a los Estados Unidos y que la revolución es lo mejor que se ha inventado, pero que está vieja. Habrá que ver como eso de vieja le cae a Raúl. En mi barrio vivía una señora de dudosa reputación y cuando le gritaban vieja p... se ponía muy violenta: Que me digan lo segundo no me importa, decía, pero eso de vieja, tu madre!