Crímen impune

Hace hoy 34 años murió por un balazo en una guerra lejana y ajena Miguel Escobar Marín. Este cienfueguero jovial y campechano había hecho de todo en su corta vida, menos tirar un tiro. Pero por su voluntad el déspota de Cuba envió a decenas de miles de jóvenes a un campo de batalla lejano y extraño, sin ton ni son, para que el mundo viera que la pequeña isla del Caribe tenía un ejército fuerte y los amigos rusos aplaudieran al aliado dictador. La sangre cubana regó los rincones más recónditos del continente africano, cada familia cubana sufrió la ausencia de sus hijos y esposos, y muchas, miles, quedaron enlutadas y marcadas para siempre por el dolor de tantas muertes inútiles. La guerra de Angola es otro de los crímenes impunes del comandante y su hermano. Ellos dispusieron de vidas que no les pertenecían, y las sacrificaron sin misericordia, tratando de exportar un sistema infértil a un mundo que lejos de admirarlos,los desprecia.